En la era actual, caracterizada por las crecientes demandas industriales y los retos medioambientales, la gestión del agua se ha convertido en un aspecto crucial del.
Día de la Tierra 2024: cómo IDE está marcando la diferencia

El Día de la Tierra tiene una gran importancia a la hora de poner de relieve la urgente necesidad de conservar el medio ambiente y adoptar prácticas sostenibles.
En IDE, reconocemos nuestro papel en la mejora de la gestión del ciclo del agua y la mitigación de su impacto medioambiental.
¿Es imprescindible la desalación?
Dado que el ciclo del agua está cambiando drásticamente y la necesidad de agua dulce es cada vez mayor, hay que ser consciente de que todas las soluciones deben utilizarse conjuntamente:
- Reciclar y reutilizar
- La desalación como única «nueva fuente de agua» disponible
- Renovación de acuíferos y almacenamiento masivo de agua procedente del reciclaje de los residuos o de la desalación.
Solo mediante la aplicación integral de todas estas medidas podremos hacer frente de manera eficaz al grave riesgo de escasez de agua, que tiene consecuencias nefastas para sus medios de vida, sus economías y el medio ambiente.
La desalación puede ser sostenible
Si bien la desalación es un elemento fundamental para la gestión del suministro de agua en nuestros países y regiones, existe una preocupación generalizada por su impacto en el medio ambiente, en términos de emisiones de carbono, gestión de la salmuera y productos químicos.
IDE ha desarrollado en los últimos años varias tecnologías para superar estos retos.
Reconocemos que el primer paso para reducir el impacto medioambiental de la desalación es reconocerlo y cuantificarlo. Por eso hemos tomado la iniciativa de implementar el modelo de Evaluación del Ciclo de Vida (LCA), convirtiéndonos en la primera empresa en medir y cuantificar la huella de carbono de las desaladoras. Consideramos que esto es fundamental para establecer el estándar industrial para la desalación sostenible y avanzar hacia la desalación con cero emisiones netas.
Pero retrocedamos un momento…
¿Cuál es el problema con la desalación?
Se necesitan entre 3 y 4 kilovatios-hora (kWh) para producir un metro cúbico (m³) de agua dulce.. La desalación consume mucha energía y, como tal, las desaladoras también son responsables de importantes emisiones de CO2.
Si la desalación pudiera funcionar con energía 100 % renovable, no tendríamos ningún problema, pero la energía renovable tiene sus limitaciones: no se genera de forma constante a lo largo del día ni de las estaciones. Comprar «energía verde» de la tabla A es engañoso o requiere un almacenamiento considerable que tiene su propio impacto medioambiental debido a las enormes instalaciones de almacenamiento que se necesitan.
Cómo IDE está marcando la diferencia
En IDE, creemos que para que la desalación sea verdaderamente sostenible, la desaladora y la fuente de energía deben estar en sinergia directa. Cuando nuestro objetivo es reducir las emisiones de CO2, debemos producir agua utilizando energía 100 % renovable o centrarnos en minimizar las emisiones y aplicar soluciones de captura de carbono.
Además, la reducción de las emisiones de carbono es solo uno de los elementos del impacto medioambiental, y todos ellos deben abordarse.
Aquí es donde IDE destaca. IDE es líder en el desarrollo de soluciones sostenibles para la desalación, dando prioridad a la coexistencia armoniosa de prácticas eficientes y asequibles. Lo conseguimos mediante el desarrollo y la aplicación de tecnologías respetuosas con el medio ambiente y estrategias de diseño creativas, tales como:
Uso autosostenible de productos químicos: nuestro objetivo es que las desaladoras sean autosostenibles en cuanto al uso de productos químicos mediante la producción in situ de productos químicos a partir del agua de mar. Algunas tecnologías ya están implementadas y otras aún están en fase de desarrollo por parte de nuestro equipo de I+D.
Soluciones de energía verde: IDE está a la vanguardia de la desalación sostenible con soluciones como una tecnología patentada de vapor verde y la combinación de energía solar en su perfil de desalación.
Consumo inteligente de energía: Las desaladoras de IDE operan con el menor requerimiento energético.
Gestión sostenible de la salmuera: IDE implementa modelos de mezcla y dispersión para descargar de forma segura la salmuera al mar, minimizando su impacto medioambiental. IDE también está desarrollando soluciones para extraer sales valiosas de la salmuera, convirtiéndola en un recurso económicamente beneficioso.
¿Es teoría o práctica?
En IDE, integramos estas soluciones en las instalaciones que diseñamos, construimos y administramos. Por ejemplo, en nuestro último proyecto, Sorek II, la primera planta SWRO impulsada por vapor del mundo, se incorporan varias de nuestras tecnologías de desalación sostenible.
Así pues, Sorek II es un testimonio de la viabilidad de la desalación sostenible. Gracias a un diseño y un funcionamiento meticulosos, IDE ha reducido la huella de carbono de la planta en más de un 30 % y, al mismo tiempo, ha logrado uno de los precios del agua más bajos del sector. Este éxito demuestra que la desalación rentable y la sostenibilidad pueden ir de la mano.
¿Adónde vamos ahora?
Las grandes desaladoras emiten más de 150 000 toneladas de CO2 al año. Los de gran tamaño pueden alcanzar fácilmente las 300 000 toneladas o más. Al considerar estas cifras, resulta evidente que las soluciones de desalación sostenibles deben ser un criterio clave para todos los gobiernos, estados, ciudades o promotores a la hora de seleccionar la tecnología y los proveedores de agua desalada.
Las emisiones de carbono conllevan importantes costes a largo plazo que deben tenerse en cuenta a corto plazo. Por lo tanto, además del coste de la desalación, se debe tener en cuenta el coste del impacto de las emisiones de carbono o el coste de la captura de carbono.
Es obvio que el coste de implementar soluciones de desalación y de emisiones de carbono simultáneamente es, en última instancia, menor que abordar cada necesidad del proyecto por separado. Por lo tanto, los proyectos de desalación no solo deben tener en cuenta la viabilidad comercial, sino también incluir consideraciones medioambientales.
Se espera que los responsables de la toma de decisiones actúen e influyan.